513 años de culto al Santísimo Sacramento en San Miguel

En la presente década, nuestra Pontificia, Antigua y Venerable Hermandad del Santísimo Sacramento y cofradía de nazarenos del Santo Crucifijo de la Salud y Mª. Stíma. de la Encarnación, acometió un programa institucional de actos conmemorativos de una serie de efemérides que vienen a acaecer a lo largo de ella.

Para ello, se constituyó una comisión encargada de elaborar los correspondientes programas de actos y cultos. En primer lugar, el 14 de abril de 2022, Jueves Santo, se conmemoraron los 375 años de la hechura de la imagen titular de la hermandad penitencial, el Santo Crucifijo de la Salud.

Seguidamente, entre 2023 y 2024 ha sido la celebración del 450º aniversario de la erección de la Hermandad penitencial del Santo Crucifijo de la Salud y Mª. Stíma. de la Encarnación, erigida el 24 de marzo de 1573, constando la aprobación eclesiástica de sus Reglas desde el 31 de marzo de 1574.

Para este año de 2025, están desarrollándose los actos conmemorativos del 500º aniversario de la erección de la Hermandad Sacramental de San Miguel, y es que el 29 de febrero de 1956 se aprobó su Unión con la penitencial del Santo Crucifijo, autorizándose sus Reglas por al Arzobispado Hispalense el 8 de octubre del mismo año.

La celebración estaba programada en función de la única datación histórica fehaciente que poseía la Hermandad, un asiento notarial de 24 de abril de 1524, ante el escribano público Francisco de Sanabria, en el testamento de Inés Fernández, mujer de Diego de Camas, cuyo tenor fue publicado por el investigador Hipólito Sancho de Sopranis en un artículo en La Voz del Sur (4 de junio de 1964, pág. 7), titulado “Antes del primer cuarto del siglo XVI funcionaba con plena personalidad jurídica la Hermandad del Santo Crucifijo de la Salud”.

Sin embargo, circunstancialmente, recientemente se han descubierto otras dos referencias históricas, sendos asientos notariales uno del 3 de agosto de 1520 testamento de Rodrigo Alonso de Arriaza, en que «manda para la Çera del Corpus Christi de la iglesia de San Myguel desta çibdad, para que el Corpus Christi vaya con hachas e candelas e para ayuda a las andas e hornamentos que para el Corpus Christi quieren fazer los hermanos e hermanas dél (…) dozientos marauedís que se den e paguen en cada año perpetuamente» (Archivo Municipal de Jerez de la Frontera, Protocolos Notariales, Oficio VII, Luis de Llano, año 1520, prot. n. 50bis, fol. 787r y ss.).

Y un último asiento notarial, el más antiguo, otorgado el 30 de agosto de 1512 ante Luis de Llanos, testamento de Catalina Rodríguez, mujer de Fernán López, en una de cuyas mandas dejó establecido que «sean dados de mis bienes dos reales para ayuda a la Çera con que se acompaña el Cuerpo de Nuestro Señor Iesu Christo en la dicha iglesia de Sant Miguel desta çibdad» (Archivo Municipal de Jerez de la Frontera, Protocolos Notariales, Oficio VII, Luis de Llanos, año 1512, prot. n. 30, fols. 287v y ss.)., es por ello, por lo que en realidad celebramos 513 años de la Hermandad Sacramental.

Las Hermandades Sacramentales, Hermandades de la Cera, Hermandades del Santísimo Sacramento, Cofradías del Cuerpo de Cristo y otras locuciones similares hacen referencia a una misma realidad, o sea, una Hermandad Sacramental del modo en que el derecho eclesiástico ha conocido a este tipo de instituciones a lo largo de la Edad Moderna y la Edad Contemporánea.

Todas ellas tienen como finalidad la adoración y culto a Jesús Sacramentado, la presencia real de Cristo entre nosotros, no se trata pues de imágenes venerables a semejanza de, sino del Cristo vivo que nos dejó su Cuerpo y su Sangre en la institución de la Eucaristía el Jueves Santo, en el memorial de su pasión, muerte y resurrección. Dios mismo en cuerpo y sangre, alma y divinidad, real y verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento del Altar.

“El culto que se da a la Eucaristía fuera de la Misa es de un valor inestimable en la vida de la Iglesia. Dicho culto está unido a la celebración del sacrificio eucarístico”, Encíclica Ecclesia de Eucharistia nº 25. “Y en su dimensión plena y su significado esencial, es al mismo tiempo Sacramento-Sacrificio, Sacramento-Comunión, Sacramento-Presencia.» Encíclica Redemptor hominis nº 20, San Juan Pablo II.

Quién reconoce que Jesucristo es Dios, fuente de todo bien, debe adorarlo en el Santísimo Sacramento del Altar, ya que está ahí verdaderamente y en su totalidad. En nuestra hermandad seguimos las disposiciones diocesanas que contiene la legislación postconciliar del rito latino, mediante su exposición y adoración en la conmemoración de la institución de la eucaristía el Jueves Santo, los cultos de la hermandad de penitencia, cultos de adoración al Santísimo a lo largo del año, el triduo sacramental, y en la procesión eucarística que recorre nuestra feligresía, conocida como la procesión de Minerva.

La justificación histórica de las Hermandades Sacramentales, se encuentra pues fundamentada en su estrecha unión con las parroquias que las abrigan, somos instrumento de la pastoral parroquial a la mayor gloria de Dios, una realidad histórica que, en nuestra parroquia de San Miguel, supera ya los cinco siglos, en los que el culto al Santísimo Sacramento tiene la máxima importancia litúrgica, por encima de todos los demás.

Elevamos nuestras oraciones para que, con la ayuda de Jesús Sacramentado y el entusiasmo de sus hermanos, el culto al Augusto Sacramento del Altar se perpetúe en San Miguel por muchos más siglos.