
DE PRIOR A PAPA, LA FIRMA DE LEÓN XIV EN LOS ARCHIVOS DE NUESTRA HERMANDAD
Como ya es notoriamente conocido, en la tarde de ayer jueves 8 de mayo de 2025, fue elegido como nuevo Sumo Pontífice de la Iglesia Católica el cardenal estadounidense S. E. R. Robert Francis Prevost Martínez, si atendemos a la nomenclatura tradicional española para el uso de los apellidos.
Su santidad tuvo una singular relación con nuestra Hermandad Sacramental del Santo Crucifijo, en el período que ejerció como Prior General de la Orden de San Agustín, desde 2001 hasta 2013.
Fue aquélla una etapa crucial en su vida, ya que durante estos doce años dirigió la comunidad agustiniana a través de dos mandatos consecutivos, que obtuvo gracias a la confianza y el apoyo de sus miembros.
Su ejercicio se caracterizó por una fidelidad a los principios fundamentales de la orden y, según testimonios de sus miembros, por una plena actitud de servicio en lo pastoral y una dedicación ardiente a su ministerio.
La experiencia y las capacidades que Robert Francis Prevost desarrolló como Prior General fueron sin duda fundamentales para su posterior carrera eclesiástica.
La cuál, iniciada como religioso agustino en Chicago, continuó como misionero en el Perú y tras su etapa como prior general de la orden agustina, fue consagrado obispo de Chiclayo en 2025, siendo creado Cardenal Diácono de Santa Mónica en 2015 y nombrado prefecto del Dicasterio para los obispos, y también presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, desde enero de 2023. Este año de 2025 fue elevado a Cardenal Obispo de Albano.

Para establecer la conexión entre Robert F. Prevost actual Papa León XIV y nuestra Hermandad del Santo Crucifijo hay que remontarse a la fundación de esta, la cual se erige el 24 de marzo de 1573, Viernes Santo, según consta en el capítulo tercero de sus primitivas reglas fundacionales, que fueron aprobadas el 31 de mayo de 1574. Haciéndolo en el Monasterio de Guía extramuros, de la Orden de San Agustín a la que estaba intensamente vinculada, por su prior fray Pedro Clavijo y varios miembros del gremio de manteros de la ciudad. Su vinculación continuó posteriormente cuando la hermandad se trasladó al extinto convento de San Agustín situado en la plaza del mismo nombre antes de recalar en la actual parroquia de San Miguel.
Sin embargo, la hermandad del Santo Crucifijo a pesar de ser suprimido el convento antes mencionado, mantuvo siempre el contacto con el monasterio de las Agustinas de Jerez de la Frontera, hasta el punto que recientemente hemos descubierto que las Madres Agustinas tienen una pequeña reproducción de la imagen del Santo Crucifijo, que formó parte de la colección expuesta en los claustros de Santo Domingo de nuestra ciudad con motivo de la celebración del 375 aniversario de la hechura del Santo Crucifijo de la Salud.
Es por ello que recogiendo este espíritu original agustino y queriendo hacerlo constar en el patrimonio espiritual de la Hermandad, se solicitará en el año 2007 la carta de hermandad con la orden agustina.
En esas fechas su prior general era el Rvdo. P. Robert F. Prevost, que tuvo a bien concedernos tal distinción, firmándose en Roma en la Curia General de la Orden Agustina el 27 de noviembre del año 2007.

Así pues, le elección del nuevo pontífice León XIV, llena de alegría a nuestra Hermandad Sacramental del Santo Crucifijo por partida doble, por un lado, por la ilusión y esperanza despertadas en todo el orbe católico por el nuevo pontificado, y por otro, por la personal y particular vinculación de su persona con nuestra institución.
Recordamos pues con júbilo y gratitud la vinculación que Su Santidad mantuvo con nuestra corporación nazarena durante su etapa como Prior de la Orden Agustina y el cariño con el que atendió nuestra solicitud animándonos en todo momento a perseverar en la Fe y en los principios rectores de la comunidad agustina.
Elevamos desde aquí nuestros votos y oraciones para que el Espíritu Santo guíe el ministerio pastoral de S.S. León XIV y le conceda la prudencia y clarividencia necesarias para llevarlo adelante.
Miguel Merino Aranda