ORIENTACIONES PARA UN ADVIENTO CRISTIANO
La liturgia de todo el año cristiano gira alrededor de dos grandes acontecimientos: el Nacimiento y la Resurrección de Cristo. Y para prepararnos espiritualmente a estos acontecimientos dedica la Iglesia el tiempo de Adviento y el tiempo de Cuaresma. El Adviento es el comienzo del año litúrgico y frente a él caven actitudes falsas: la desgana de un curso que se repite: no es mera repetición, sino comienzo. Los misterios de Cristo pasarán ante nosotros, no como una película que contemplamos pasivamente, sino como un mensaje que llega con exigencias de conversión y renovación de vida.
Tres figuras pone la Iglesia a nuestra consideración para ayudarnos a vivir el Adviento:
– Isaías: el profeta que ora y alienta la esperanza en la salvación de Dios, que no abandona a su pueblo, sino que viene a salvarlo.
-Juan Bautista: prepara el camino del Señor exhortando a la penitencia, «convertíos», y lo señala en medio del pueblo: «Ese es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo».
-María: aprovecha en plenitud la gracia de Dios hasta concebirlo en sus entrañas.
Oración y esperanza, conversión y renovación de vida, crecimiento de gracia… debe ser el programa de vida de un cristiano para llegar a la Navidad debidamente dispuesto a que renazca Cristo en nuestro corazón.
Ángel Romero, Pbro.
Director Espiritual de la Hermandad