En la madrugada del Viernes Santo de 1945, la hermandad estrena las actuales andas del Santo Crucifijo. La canastilla y respiraderos son obra de Francisco Ruíz, artista conocido popularmente como “Currito el dorador” quien antes de realizar esta obra restauró el paso del Cristo del Amor de Sevilla, algo que deja patente en esta obra con un estilo muy clásico.
El paso posee un diseño exquisito, ya que respiraderos, canastillas, candelabros e imagen conforman un todo. Se llegó a decir en su época que con esta obra se tenía “un joyero para una joya y una joya para un joyero”. De talla cuidada, con alternancia de frutos y hojas por la canastilla y respiraderos y con unos candelabros que envuelven de luz a la imagen de Cristo.
Los respiraderos llevan cada uno un escudo en bajo relieve y policromados, enmarcados por óvalos de clásica factura. En el respiradero delantero se representa el escudo de la corporación y en el trasero el escudo de la ciudad de Jerez. Los respiraderos laterales representan por un lado la Cruz alada de San Miguel (Izquierdo), y el escudo de la Orden de San Agustín (Derecho)
La canastilla posee en cada uno de sus lados una cartera con representaciones de la vida de Jesús relacionadas con la advocación de la Salud. La técnica de dichas cartelas es el estofado policromo ya que sobre fondo dorado. De esta forma se representa en la parte delantera el centurión arrodillado ante Jesús suplicándole que sane a su siervo, en la trasera representa la pesca milagrosa, y en los laterales la multiplicación de los panes y los peces y la curación del ciego.
Los candelabros de las esquinas presentan 6 tulipas y los centrales 3 sumando un total de 30 puntos de luz en el paso.